San Juan
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La Fiesta de San Juan hunde sus raíces en tiempos muy remotos. Sus antecedentes se vinculan con la celebración del solsticio de verano, en el inicio de un nuevo período anual. Los aborígenes guanches consideraban esta fecha como un momento especial donde todo se encontraba dispuesto para que la vida prosiguiera y se renovara. Llega el momento de celebrar la llegada del verano, pleno de vida, donde se dispone de días largos y se abandona el recogimiento de otras estaciones y el espíritu del ser humano se vuelve abierto, alegre y expansivo.
Hasta mediados del siglo XX las Fiestas de San Juan fueron las más celebradas en Canarias perviviendo en buena medida su carácter de fiesta popular y profana.
La noche del fuego
Quizá el día más mágico es el de la víspera de San Juan (23 de junio), la noche del culto al fuego donde las hogueras o fogatas se siembran por todo el municipio, dando protagonismo al efecto purificador de las llamas que siempre embelesan y nos transportan a otros espacios de nuestro interior. Las hogueras se nutren de los atrabancos que no necesitamos y que se transformarán con las llamas. Pero no sólo se transmuta la materia indeseada, también el alma se purifica y la alegría invade nuestros sentimientos, conjurando los malos momentos e influencias. Es el tiempo de los rituales, incluso para los más escépticos, donde decretamos nuestros deseos más profundos y los ponemos en manos de esas energías intangibles que no comprendemos pero que sabemos hacen su trabajo.
Una buena parte de las hogueras se concentran en el barranco de San Felipe, mientras que en Playa Jardín se reúnen decenas de miles de personas que ataviadas de velas y deseos, se entregan a la fiesta popular, el baño purificador de las aguas nocturnas del Atlántico o al baile así como a otros actos culturales que se celebran en las inmediaciones del Castillo San Felipe. Es el culto a lo popular, a lo profano, soltamos las ataduras de otros momentos del año y nos abrimos a estas nuevas energías. Es el ser humano vibrando con los ritmos de la naturaleza de la que forma parte.
Fuente │puertodelacruz.es